Adiós
Él la amaba por encima de todas las cosas, la cuidaba y protegía con ardiente devoción y la celaba en su urna de cristal sin saber que ella, cada noche, era profanada en templos ajenos. La única noche en que la reprochó, la urna amaneció vacía.
3 comentarios
Turandot -
lahoradelasbrujas -
Un abrazo
Lisbeth -