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Marjabakum!

Duendes

Duendes Es... es increíble, yo no lo aguanto más, voy a tener que empezar a tomar medidas drásticas, así es imposible vivir aquí. Que no, que no me da la gana, pero ¿Qué se han creído estos desgraciados? ¿Dónde está la otra maldita zapatilla? ¿Eh? ¿Qué se creen que la casa es suya? Pues no señor. Estoy harta, hartita ya..
Nunca habéis tenido duendes en casa? Sí, ahora pensareis que se me va el panchito, pues no. Es la única explicación razonable, sí, he dicho razonable, ¿Qué pasa?
En las pelis, en lo cuentos; los duendecillos, son buenos, ¿A que sí? Pues mira, la vida es injusta, a mi me han tocado los cabroncetes. Yo no sé que les he podido hacer, yo que sé, he llegado a pensar a ver si es que hace unos meses cambiando los muebles de sitio, me cargué a alguno de ellos, y ahora piden venganza.
La cuestión es que la han emprendido con las zapatillas. Parece algo estúpido, ¿verdad? Pues no lo es en absoluto, han organizado un caos técnico que ríete tu de la huelga de los controladores aéreos. Nunca hay ninguna del mismo par. Oh, si, qué trauma pensareis, pobre desgraciada, no encontrar las zapatillas. Pero es que pasa cada mañana, ¡Es frustrante!. Y no sólo es que me cabree porque escondan las mías, es que claro, me obligan a buscar otra de otro par, y como se han hecho fuertes debajo de mi cama, pues acabo teniendo que robársela a otro habitante de la casa, que claro, a su vez se queda con un zapato menos, pero ellos, ellos no piensan en los duendes, ellos sólo me ven a mi con su zapato.
Opté por comprarme un gato, digo a ver si los amedrenta... Pero estoy empezando a pensar que ese sucio traidor se ha pasado al otro bando... porque yo no veo ningún resultado. Es más, estoy segura de que es un doble agente, estoy por decirte que han montado una especie de piso franco entre el deshumidificador y el armario empotrado... Vamos, que o hago algo o me veo el resto de mi vida con un pie calzado de satén rosa y el otro de franela a cuadros. Y no creáis aquí que me quejo sólo por la estética, si es por no decir lo de la diferencia de las suelas. Ah, ¿Que no lo sabíais? Pues ningunas zapatillas tienen el mismo alto que las demás, y claro, voy yo por la casa como el jorobado de Notre Dame... y ya no es eso lo peor. Mucho me temo que se están organizando en comandos, porque sospechosamente, están empezando a desaparecer gomas de pelo, imperdibles ( efectivamente, son un mito, sí, se pierden), roscas de pendientes, cargadores de móvil, barras de labios... (lo de los calcetines ya me explicaron que era cosa de las reencarnaciones de la lavadora).
Me pregunto si habrá una especie de Mossad para casos de estos. Si alguien sabe qué hacer...

5 comentarios

Turandot -

No me digas eso, mi familia??? Dioss uno no se puede fiar ni de su sombra :p

lusmaga -

Si no puedes con ellos, unete a ellos. Ya veras cuando tu familia empieze a ir con botines y zapatillas de deporte a la vez, o creen en los duendes o te encierran..... ¿a lo mejor es alguien de tu familia que se aliado con los duendes :-O? :-D

Turandot -

Imma tienes suerte, siempre podríamos hablar de un intercambio cultural.

Brujis; no cabe la menor duda, poco a poco les ganaré el sitio.

La hora de las brujas -

Ten cuidado con los intermedios!dicen que los duendes son ahí donde se hacen más fuertes...
Créeme, las brujas los conocemos bien...

imma -

Yo también creo en los duendes, pero cro, que los mios son buenos... cada día encuentro las zapatillas donde las había dejado :)